Ubicado en una esquina devenida leyenda en la historia de la coctelería cubana se encuentra a la vista de aquellos que visitan el céntrico Boulevard de Opispo, en La Habana, centenares de personas cuyos ojos buscan con curiosidad el famoso rincón donde un grande de la literatura universal, Ernest Hemingway, pasaba sus tardes y disfrutaba del catalogado como mejor daiquirí del mundo.
Al Floridita lo distingue fundamentalmente la tradición de cantineros que rodea al bar desde sus inicios, transmitido de generación en generación, pues sus bartenders son maestros, ganadores de premios internacionales, jurados de competencias a nivel mundial y profesionales muy serios.
A este lugar llegan turistas desde todas partes del mundo y en los más recientes tiempos viajeros que están en Cuba por diversas razones provenientes de los Estados Unidos, que incluso sortean barreras y tensiones entre Washington y La Habana.
El bar-restaurante cuenta con 70 banquetas en el bar y 100 plazas en su restaurante, especializado en mariscos y pescados, y con carta de habanos. Del bar lo que más se pide es Daiquirí.
A este lugar llegan turistas desde todas partes del mundo y en los más recientes tiempos viajeros que están en Cuba por diversas razones provenientes de los Estados Unidos, que incluso sortean barreras y tensiones entre Washington y La Habana.
El bar-restaurante cuenta con 70 banquetas en el bar y 100 plazas en su restaurante, especializado en mariscos y pescados, y con carta de habanos. Del bar lo que más se pide es Daiquirí.
Conocido como La Piña de Plata en sus orígenes, el bar-restaurante Floridita abrió el 6 de julio de 1817; sin embargo, todo este año celebra su nacimiento, en particular ahora.
Operado por la compañía extra hotelera Palmares, del Ministerio de Turismo, tiene muchos galardones, entre ellos el que la revista estadounidenses Esquire lo incluyera en 1953 entre los siete bares más famosos del orbe.
Este también es un restaurante de celebridades, pues por sus salones pasaron Paco Rabanne, Naomi Campbell, Matt Dillon, Kate Mosse, Dany Glober, Jack Nicholson, Fito Páez y Jean Paul Belmondo, entre otros, abrigados por el espíritu de Hemingway.
Ubicado en el número 557 de la Calle Obispo, a las puertas de La Habana Vieja, constituye sitio sumamente visitado y atractivo para los viajeros, no solo bebedores, sino amantes de la historia.
Ubicado en el número 557 de la Calle Obispo, a las puertas de La Habana Vieja, constituye sitio sumamente visitado y atractivo para los viajeros, no solo bebedores, sino amantes de la historia.
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